Esta vez fueron 7000 personas las que acudieron al estadio de Andrés Talleres en Mendoza para asistir al nuevo show que ofreció el argentino. Parece que se confirma que sigue la estética de los anteriores conciertos, esto quiere decir que además de contar con una banda como hacía años que no tenía, potente y cada vez mejor engrasada, el cantante se pega el lujo de dejarse llevar y practicar diabluras vocales de gran altura, haciendo lo que sabía hacer tan bien hace años: convertir cada cita en un concierto diferente.
sábado, 15 de marzo de 2008
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